ACTUALIDAD 19/05/23

28M: El olvidado voto conservacionista.

UN PASEO POR LAS OPCIONES POLÍTICAS Y SUS PROPUESTAS CONSERVACIONISTAS DE CARA AL 28M

Muchos españoles y españolas tenemos una cita en los colegios electorales el día 28 de mayo. De esta votación saldrán elegidos los Gobiernos de un buen número de autonomías, que son los responsables de la gestión del medioambiente, los ecosistemas y la vida silvestre.

Unos más y otros menos, incluso los indecisos, todos tenemos nuestras preferencias políticas más o menos definidas. Tenemos nuestra concepción de cómo queremos que se gaste el dinero de nuestros impuestos, tenemos nuestros intereses y sabemos perfectamente cómo nos gusta que nos seduzcan los políticos. Por mucha diversidad informativa que tengamos, sabemos lo que hacen unos y otros. Y en base a todo eso, más el importante factor de la educación, decidimos el color de nuestro voto.

¿Pero qué pasaría si todos aquellos que estamos preocupados por el estado de la biodiversidad, la amenaza galopante de la sexta extinción masiva y la degradación del medioambiente decidiésemos votar con estos asuntos entre nuestras prioridades, con una visión que fuese más allá de los intereses humanos y de nuestra economía? Obviando la cada vez más frecuente concepción de lo animal que se limita a mascotas o a ganado, olvidándose de la fauna silvestre, y, por supuesto, sin caer en el canto de sirena que supone pensar que medioambiente y energías renovables son lo mismo: ¿Cuáles son las propuestas específicas para la protección de espacios y especies? ¿Existe algún partido que piense en el ecoturismo, la cada vez más frecuente afición a la observación de fauna o que se plantee la existencia de un medio natural que nada tiene que ver con el medio urbano o el medio rural?

Si el votante concienciado con estos temas hiciese suya la máxima de “por sus actos los conoceréis”, emplearía la jornada electoral para ir a ver de cerca la reproducción del chorlito carambolo en la mancha húmeda.

A nivel de administraciones autonómicas, la gestión del medio natural es una receta gastronómica donde los ingredientes principales son la captación de votos y las cuestiones económicas de índole humana, quedando la conservación en el estrato de las llamativas guarniciones y los sofisticados postres del menú. Y eso a pesar de que la dirección de los espacios naturales –desde modestas ZEPAS hasta los grandes Parques Nacionales- recae directamente sobre sus hombros. De hecho, si no fuera por la Unión Europea, vía recibos en periodo voluntario de pago, y el control que ejercen los sucesivos Gobiernos centrales del Estado (independientemente de su signo político), la biodiversidad ibérica estaría francamente en peor estado.

La tradición sobre la alternancia política en las autonomías consiste en agarrarse a los sillones pasando, incluso, por encima de los designios del partido. Para ello, basta observar el clientelismo del Gobierno de Asturias (PSOE) manifestando su oposición frontal a la protección del lobo ibérico estipulada por el Gobierno central del PSOE. Esta declaración en rebeldía fue más allá y la hicieron suya los Gobiernos de otros colores, como el Regionalista de Cantabria o el Partido Popular en Galicia y en Castilla y León y que sentían la presión en sus cogotes de los votantes ganaderos y cazadores.

Desde que los Trump y Bolsonaro demostraron que todo vale en mentiras medioambientales para llegar al poder, el votante preocupado por la conservación lo tiene mas fácil. Antes, aunque solo fuera por cubrir el expediente, los candidatos, al menos, disimulaban a la hora de agredir a la biodiversidad. Con el populismo y la dispersión de bulos cabalgando a galope tendido y allanando el camino para que políticos de poco calado moral puedan soltar sus peligrosas mentiras, ahora hacen campaña de los desastres que pretenden perpetrar..

Así, por ejemplo, Paco Núñez, candidato del PP para la Presidencia de Castilla La Mancha, aseguraba que la política de legalización de riegos que se quería llevar a cabo en Doñana era el modelo a seguir también en su Comunidad. Y los que pensaban que lo de los pozos de Doñana estaba justificado porque se daba de comer a los agricultores (ladrones de agua) de la fresa se han despertado esta semana con el visto bueno del Gobierno de Bonilla (PP) para levantar un complejo urbanístico de lujo con campo de golf en el mismo entorno.

Y es imposible hablando de agua, del Partido Popular y del precio de los votos, no hacer referencia al desastre medioambiental del Mar Menor.

En Madrid, la locura populista va más allá y la misma presidenta Isabel Díaz Ayuso, que en sede parlamentaria negaba el cambio climático, se atrevió a decir en debate electoral televisado que su propuesta para solucionar la crisis climática era “poner una maceta en cada balcón de la ciudad”. Claro, que unas semanas antes no dudó en proclamar que volvería a autorizar la apertura de la estación de esquí de Navacerrada -situada en el Parque Nacional de Guadarrama e inviable económicamente por la ausencia de nieve, clausurada por ella misma tiempo atrás- porque es cuna de grandes deportistas.

VOX, la factoría de bulos medioambientales -que ha conseguido reunir en su entorno a una sorprendente cantidad de abonados a la creencia de los chemtrails, negacionistas del cambio climático y de la pandemia, así como a propagadores de ideas peregrinas sobre vacunas y microchips– ha logrado asentarse con fuerza en el sector cinegético. Aun con su limitada libertad de acción, este caladero de votos ha empujado a la formación, allá donde tiene cuota de poder en los Gobiernos autónomos, a proponer todo tipo de medidas para mayor gloria de la caza. Y ahí termina su vinculación con la vida salvaje. Bueno, con eso y con que ha transcendido que su presidente, Abascal, es abonado de la Sociedad Española de Ornitología.

Dejamos para el final de este breve repaso de los destacados más mediáticos a los partidos que participan del Gobierno de la nación. Dentro de su cupo de poder limitado, Unidas Podemos, desde el Ministerio de Derechos Sociales, ha elaborado la llamada ley de Bienestar Animal que, aun siendo claramente necesaria, ha dejado mucho que desear en contenido y redacción, afectando -toda vez que los animales ganaderos y los de trabajo, así como los perros de caza quedaron fuera- solo a animales de compañía y mascotas.

Por su parte, el PSOE, esta vez sí se ha movido bien en los campos que aquí estamos tratando. Terminó con la moratoria que permitía cazar en los Parques Nacionales, puso en juego muchos votos en contra con la protección total del lobo y se movió para conseguir el “cupo 0” en la caza de la tórtola europea. Y, recientemente, mostró su garra para impedir la locura de los pozos en Doñana y la urbanización de lujo en ese mismo entorno.

Eso es el pasado, pensemos en el futuro: los programas electorales.

La primera sorpresa es que una gran parte de los partidos no elaboran un programa político de carácter autonómico. Producen un escrito llamado “programa marco” lleno de proclamas, esbozan ideas generales y componen una serie de argumentos rimbombantes que, curiosamente, luego escuchamos a los candidatos cuando les ponen un micro delante. Debe de ser por esto que, por lo general, da igual escuchar a cualquiera de los diferentes líderes autonómicos de un partido, porque dicen exactamente lo mismo.

Aun así, la vocación informativa de este medio ha hecho que buscásemos las propuestas que los diferentes partidos hacen de cara a las elecciones del 28M en referencia a los temas centrales que toca El Vuelo del Grajo: observación, conservación y vida silvestre. Ojo, la cosa está ordenada de menos a más.

Isabel Díaz Ayuso y Mónica García, las dos caras de la política conservacionista.

Unidas Podemos es de los partidos que se ha limitado a elaborar un programa marco para las elecciones autonómicas de mayo. En él podemos encontrar un amplísimo abanico de propuestas sociales, económicas y de igualdad, pero nada, absolutamente nada, sobre políticas de conservación y biodiversidad o preocupación sobre el medio natural.

Cruzando de extremo a extremo, en el minimalista programa marco de VOX de 603 palabras -los artículos de El Vuelo del Grajo suelen contar con entre 1.500 y 3.000- y que han adaptado para cada provincia, que no comunidad autónoma, cambiando el título, pero dejando el resto igual. Se reconocen protectores radicales del mundo rural y abogan por la “defensa de la caza y su contribución al equilibrio del ecosistema”. El entrecomillado marca el total de palabras relativas a los temas tratados.

El programa genérico del Partido Popular no incluye nada. Ni tan siquiera un capítulo, un punto o alguna referencia a algo vinculado con la naturaleza. Solo hemos encontrado dos párrafos ligados al rural y que no estén relacionados con industria, energía o explotaciones económicas. En el primero proponen facilitar la normativa para cazar “con objeto de controles poblacionales y luchar contra el furtivismo”, así las dos cosas, sin comas o puntos que subrayen su importancia. En la segunda propuesta “exigiremos la exclusión del lobo en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial”. Y eso es todo.

El Partido Socialista Obrero Español sí ha confeccionado programas electorales para cada autonomía, pero solo hemos logrado encontrar -y buscar hemos buscado- las versiones editadas según las pautas de lectura fácil de Inclusion Europe y la norma UNE 153101 EX por Adapta Plena Inclusión Madrid. El texto resultante, libre de palabrería grandilocuente, pone de manifiesto la terrible sensación de que, para este partido, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la naturaleza se limita a “emplear bien el agua, regando parques y jardines”, “cuidarán de los bosques para que no haya incendios” y que “terminarán con los vertidos en el río Jarama”. Y ya.

Según nos alejamos de las formaciones políticas de ámbito estatal y nos aproximamos a las que mantienen sus intereses en zonas más concretas, la cosa va cambiando. Los compendios de propuestas políticas pasan a manejar palabras como riqueza medioambiental, patrimonio natural, valor paisajístico o nuestra biodiversidad. ¿Será que la proximidad al terruño hace que los candidatos aprecien más los verdaderos valores de su tierra?

El primero de los partidos cuyo programa electoral incorpora planes respecto a la fauna silvestre que no sea cazarla, es el Partido Nacionalista Vasco en su campaña para las elecciones forales. Además de las obligadas referencias a la economía circular, implementación de energías renovables y una mejora de la gestión de agua -temas recurrentes en casi todas las formaciones-, los nacionalistas vascos, en el epígrafe titulado ‘Sostenibles y saludables’, incluyen este bonito párrafo: “Impulsaremos también actuaciones de protección del patrimonio natural, con el objetivo de su conservación, integrando los requisitos de conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad en todas nuestras políticas”.

Y si de amor a su tierra se trata, el siguiente partido que nos vemos obligados a reseñar es la alianza Aragón Existe –Teruel Existe, que demuestra que las opciones políticas territoriales, con mayor conocimiento y vinculación real a las demarcaciones que defienden, proponen medidas mucho más interesantes y detalladas en relación con la conservación, la observación de fauna y el ecoturismo. Merece la pena reproducir varios de los puntos del capítulo titulado de manera muy significativa: “Medioambiente, biodiversidad y paisaje”.

Podemos es de los partidos que se ha limitado a elaborar un programa marco para las elecciones autonómicas de mayo. En él podemos encontrar un amplísimo abanico de propuestas sociales, económicas y de igualdad, pero nada, absolutamente nada, sobre políticas de conservación y biodiversidad o preocupación sobre el medio natural.

1. Crearemos un departamento de Clima, Energía y Medio Ambiente con competencias adecuadas sobre medio ambiente y diferenciado de la actual Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.

16. Integraremos la política de paisaje en la ordenación del territorio, en el urbanismo y la vivienda, y en los diferentes usos del suelo.

17. Potenciaremos los itinerarios paisajísticos, los miradores y la protección del paisaje en las distintas comarcas.

18. Propondremos nuevas reservas de caza y replantearemos las actuales para dotarlas de protección legal.

19. Mantendremos la financiación para los centros de recuperación de fauna salvaje.

20. Protegeremos y promocionaremos el patrimonio natural y cultural con las figuras jurídicas adecuadas y con los medios apropiados.

21. Impulsaremos el desarrollo del turismo cultural y de naturaleza, con más ambición y recursos en los Parques Naturales, en los Lugares de Interés Geológico (LIG), Lugares de Importancia Comunitaria (LIC/ZEC), Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA), y demás figuras integradas en la red Natura 2000.

22. Ampliaremos el número y extensión de los espacios protegidos Red Natura 2000 hasta llegar a una superficie del 30%, garantizando y preservando su protección.

23. Generaremos, sobre estas figuras de protección, proyectos de dinamización, inversión y promoción generando un producto turístico competitivo.

Y, para terminar, nos encontramos con el partido que ha desarrollado un programa electoral más detallado, con conocimiento del territorio y sus requerimientos. Dejando de lado las generalidades y obviedades y sin miedo a que alguna propuesta pudiese suponer la pérdida de votos, Más Madrid, sin duda gracias a su alianza con Los Verdes y EQUO sí incluye en su programa una buena colección de las palabras mágicas: observación, conservación, ciencia, protección, biodiversidad…. En un capítulo titulado ‘Una comunidad Más Verde’, el partido divide los contenidos en tres epígrafes, siendo el tercero titulado ‘Biodiversidad y Medioambiente’. Contiene 20 puntos que encaran el problema de frente y sin ambages. Nada más empezar su lectura nos encontramos con un explícito: “Actualizaremos el catálogo de especies amenazadas de la Comunidad de Madrid, para adecuarlo a la normativa estatal y europea, y elaboraremos los planes de gestión de las especies en peligro y/o vulnerables”. Poco después podemos leer: “Iniciaremos los trámites necesarios para que el Monte de El Pardo sea el segundo Parque Nacional que tenemos en Madrid”, que se complementa con lo expuesto en el siguiente punto y que hace referencia a la ya mencionada estación de esquí de Navacerrada y al Parque Nacional de Guadarrama, dejando claro que existen opciones al populismo cortoplacista y demagógico. El texto mencionado es el siguiente: “Impulsaremos el Plan SOS Navacerrada para la restauración integral del Puerto de Navacerrada de acuerdo con el Organismo Autónomo Parques Nacionales, incluyendo la ampliación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, para incorporar zonas de excepcional valor científico y conservacionista, con el objetivo de crear nuevos empleos verdes ligados a la educación ambiental, el disfrute y la observación del medio natural del Parque”.

Otras medidas que proponen: una nueva Ley de evaluación de impacto ambiental (el PP derogó la ante¬¬rior en 2015); revisar el actual plan de gestión de Parques Regionales; continuar con la renaturalización del Río Manzanares; renovar el plan de gestión de humedales y RED NATURA 2000; o una nueva ley de caza que sustituya a la vigente, que data de 1970. En esta última propuesta se puede leer “con criterios de sostenibilidad ambiental, conservación y recuperación de la biodiversidad y compatibilidad del uso de los espacios naturales por quienes no practican la caza”.

Respecto a la caza, afirman que prohibirán tanto la captura de aves fringílidas para mantenerlas, como aves de canto en cautividad, como la práctica del tiro al pichón.

No deja de sorprender la preocupación y conocimiento a la hora de elaborar la lista de propuestas, que se incluya algo tan demandado como es “Estableceremos una red de corredores ecológicos con especial atención a la protección del corredor ecológico Meaques- Retamares-Río Guadarrama” o una batería de medidas preventivas ante los daños que genera el lobo. Preventivos, que no paliativos.

Terminar sabiendo que existe gente cabal en algunas comunidades, que dedican tiempo y esfuerzo -al menos- a elaborar planes para que la cuesta abajo en la que hemos metido al planeta no sea tan inclinada, permite tener algo de esperanza. Pero saber que casi el 40% de los políticos suscriben políticas que en términos conservacionistas podrían exponerse bajo el epígrafe “Para lo que nos queda en el convento…” da miedo. Mucho miedo.

    • «Lo natural» va más allá del entorno naturalizado y patrimonializado. Es bastante ingenuo pensar que la conservación del entorno (del entorno biofísico, no solo del entorno naturalizado) recae sobre las propuestas de los partidos acerca de la intervención en las áreas protegidas o sobre algunas centenas de especies.
      Lo determinante es la posición de los partidos con respecto al modelo de alimentación, el modelo urbano y rural, la externalización nacional de los costes ambientales o, en definitiva, el modelo de desarrollo social. A día de hoy no hay partido que cuestione estos aspectos.
      De forma mínima e incipiente, se da en sectores de Más País. Pero parece que casi ni eso.
      Anhelar el estado de bienestar de los 90′ (basado en la sociedad de consumo y en altísimos niveles de extracción para alimentar la producción que permite el consumo, que a su vez permite el engorde de las arcas públicas y que, a su vez permite ciertos derechos sociales) ya es posicionarse contra los límites biofísicos del planeta y contra el entorno. Lo de gastar un poco más o un poco menos en áreas protegidas y cuatro cosas más es conservar solo las ilusiones. Por otro lado, es muy sano hablar de política en estos ambientes. Me alegro que se haga tranquilamente y sin complejos. Un saludo y gracias!

      • Gracias por leer y comentar.
        No podemos estar más de acuerdo con tu opinión. Efectivamente, la única vía posible es la contención del consumo. Pero quisimos ceñir el somero estudio de los programas electorales a los aspectos relacionados directamente con los objetivos de esta revista digital.

    • Gracias por comentar. Te proponemos que interpretes ese párrafo como «es tan útil buscar antecedentes decididamente conservacionistas en la política, como buscar chorlitos carambolos en La Mancha húmeda».

  • Para los no «iniciados» en entender lo que es el PNV, a este partido le va la producción, por decir algo suave. Por poner un ejemplo, decir que tras su insistencia la UE parece que va a elegir la alternativa con mayor impacto ambiental del tramo AVE para unir Euskadi con Navarra, atravesando la sierra de Aralar. Algo impensable hasta hace cuatro días.

  • Excelente artículo.Un buen compendio para que los más perezosos a la hora de buscar información vean facilitada la tarea de ejercer su derecho a voto. También interesante para los del: «yo no voto porque son todos iguales».
    Gran trabajo sin duda.

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