En la agricultura, además del sustento, está la cultura. Decía Cicerón que la de agricultor es la profesión del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre.
Ahora, en el Antropoceno, en un mundo en el que las personas hemos pasado de haber sido otra más de las decenas de miles de especies existentes, a la que gobierna el destino de todos; en un planeta donde hemos cambiado el paisaje en los últimos treinta años más de lo que lo habíamos hecho en los tres mil anteriores; en una civilización que más que correr, huye a las ciudades; tenemos en el medio rural el gran reto colectivo. Porque es el territorio natural con presencia humana más extenso (en España, casi el 90%) y porque es en el medio rural y agrario donde se concentra la mayor biodiversidad. Del medio rural proceden nuestros alimentos, nuestra agua, nuestra energía, nuestro aire limpio, y también la tabla de salvación al despropósito de un neoliberalismo que se ha tornado bufón y libertario.
Demasiado se ha criticado la alienación que genera la vida en la ciudad, desde luego falso para todos aquellos que hunden su árbol genealógico en hormigón y asfalto, pero sí es cierto que el medio rural nos sigue evocando lo puro, lo auténtico, lo genuino. De eso se aprovechan innumerables compañías que más que alimentarnos lo que quieren es vendernos productos que se anuncian como naturales, ecológicos, artesanales, de pueblo, de la abuela, rústicos o campesinos.
Cuando el río suena es porque agua llevará, y ojalá que la siga llevando, aunque sea nimiamente para respetar los caudales ecológicos, así que algo de cierto y lógico hay en ensalzar los valores de nuestros pueblos, de su gente y del medio rural. Un mundo, una manera de vivir que nos ha permitido llegar hasta aquí y que sigue atesorando una inabarcable ciencia popular, unos conocimientos, unos procedimientos y saberes y, ante todo, una cultura indisociable del territorio, de su clima y sus especies.
Las costumbres, creencias, manejos, supersticiones de cada pueblo -perdurados en forma de cuentos, esculturas, vestimentas, guisos, semillas o amuletos- son una amplia ventana hacia la que orientar la incansable curiosidad por el saber y el disfrute que supone comprender el mundo que nos rodea, para encontrar estímulos reconfortantes y, quien sabe, lo mismo llegar a la epifanía del regocijo de tocar, oler, saborear, ver, oír, la belleza. Tenía toda la razón Ramón Trecet cuando nos apelaba a que buscásemos la belleza, que es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo.
La literatura en su expresión más excelsa, la poesía, es, para muchos, la forma más exquisita y elaborada de compartir sensaciones y emociones. La poesía que tiene como temática la naturaleza y el medio rural, la poesía rural, es el canal más potente para plasmar y compartir la belleza rural y natural.
En ello hemos pensado un grupo promotor y organizador que nos lanzamos a impulsar un certamen internacional de poesía rural en castellano. Porque estamos convencidos de que fomentar la escritura y la lectura de poesía que fija su atención en el medio rural y natural es una propuesta que permite, a través de las bellas artes, llegar a círculos, foros, personas que lastimosamente tienen demasiada adormecida e incluso olvidada la importancia que el medio rural tiene para la vida de todos. Porque es el que nos provee de todos los recursos básicos como decíamos antes, pero también es el que nos conecta con los ciclos naturales, con la relevancia de mantener los equilibrios entre producción y conservación, ahora, en un momento en el que no estamos en posición de asegurar que la próxima generación, en términos globales, pueda vivir, al menos tan bien como lo estamos haciendo nosotros. Ahora, en un momento en el que algunos tenemos ya la sensación de que a las generaciones futuras, más que una herencia, lo que vamos a dejarles es un castigo.
Estamos organizando un certamen internacional de poesía rural para generar contenido, actividades. Para que cada día más gente piense en estos asuntos, aumente su conciencia, su grado de participación e implicación en la búsqueda de un futuro de esperanza. La esperanza, no lo olvidemos, es verde.
Y por el camino, además, generamos recursos. Buen ejemplo son los libros de poesía editados, cuya distribución contribuye de manera clara al objetivo final, pues es la lectura un ejercicio, en la mayor parte de los casos individual, en el que el grado de receptividad de las personas es enorme, está por tanto abierta a ideas y mensajes. Igual que lo son los recitales, las lecturas compartidas, en las que las vibraciones se contagian al grupo, favoreciendo un clima, una identificación, una movilización conjunta. Es necesario aprovechar la oportunidad.
Otro fruto de la experiencia que nos está proporcionando enormes alegrías es la creación de un bosque poético. En alianza con la Finca Bonilla, en Torres de Albanchez, en el corazón de la Sierra de Segura en Jaén, se están colocando, en un espacio de enorme valor natural por su riqueza de flora y fauna, una serie de placas en las que aparecen fragmentos de poemas y referencias a los autores. Además, los propietarios están complementando la acción mediante la creación de itinerarios, colocación de bancos y mesas, librerías, de tal manera que la visita a la finca se transforma en una experiencia vivencial única al aunarse brillantes pensamientos hilvanados en versos, junto al despliegue de los sentidos que supone hacerlo en un entorno natural.
La propuesta, en resumen, persigue la puesta en valor del medio rural y natural utilizando la poesía como caballo de troya en la conciencia individual primero, y colectiva a continuación, para que todos visualicemos claramente que es en el territorio donde hundimos nuestras raíces y donde tenemos que desplegar las alas de un futuro verde, integrador, igualitario, justo y libre.
Datos técnicos del Concurso Internacional de Poesía Rural.
- Organización: Fundación Savia por el Compromiso y los Valores, Finca Bonilla.
- Colabora: Diputación de Jaén, Ayuntamiento de Torres de Albanchez, BichoMalo Libros, Ecortijo, Comunicación&Desarrollo.
- Jurado:Presidente: Alejandro López Andrada Secretario: Antonio Aguilera Nieves.
- Miembros del Jurado: Ezequiel Martínez Jiménez Maria del Carmen Alvarez Marín Lola Almeida Concha Montes Martín Josefa Parra Ramos
- Galardonados 2022. Ganador adulto: Jorge Fernández Gonzalo Accésit adulto: Felipe Gracia Pérez Ganador Juvenil: Andrés Felipe Vargas Coronado Accésit juvenil: José Andrés Ludeña Martínez
- Galardonados 2024. Ganador adulto: Pedro Porres Oliva Accésit adulto: Francisco Javier Sánchez Durán Ganador Juvenil: Nicolás Muñoz Villacañas.
- Libros Publicados: I Concurso Internacional de Poesía Rural, Editorial Trifaldi. ISBN.-978-84-125257-6-2 Poesía Rural´24, Editorial BichoMalo libros, ISBN.- 978-84-123548-6-7