Naturtajo, la 1ª edición de un nuevo festival.

Naturtajo abrió sus puertas y comenzó su andadura en el cada vez más completo calendario de eventos, con el ecoturismo, la observación de fauna y la conservación, como eje central de su actividad.

La cita fue en el Centro de Interpretación del Parque Natural del Alto Tajo, en el pueblo Corduente, Guadalajara. La propuesta incluyó un buen catálogo de actividades al aire libre, un ciclo de conferencias rápidas y una pequeña feria donde los expositores podían dar a conocer sus servicios y trabajos o vender sus productos. Tres días con una agenda intensa y la promesa recurrente, inevitable y agradable, de encontrarse con un buen número de caras conocidas y algunos buenos amigos. ¿Qué más se puede pedir?

Nada. No hay que pedir nada más, porque eso es lo que quiere el aficionado y el profesional. Un lugar de encuentro donde aprender y conocer. Tener acceso a expertos que comparten sus conocimientos y sus experiencias personales. Saber de las iniciativas que empresas, asociaciones y organismos desarrollan en favor de la conservación. Dar con los guías y organizadores de tours que te ayuden a satisfacer tus expectativas. Artistas y artesanos que te deslumbren con sus trabajos.

Por suerte, el número de este tipo de eventos va sumando nuevas citas año a año. Una excelente noticia, tras las bajas que se produjeron durante el fatídico 2020.

Las hay enormes y apabullantes, como FIO o Delta Birding. Son la referencia y los lugares a los que hay que ir con cierta asiduidad. La duración de estos macro eventos está calculada para que el visitante pueda tener alguna opción de ver todo lo que allí se ofrece. Tal es su desbordante oferta.

Otras, más pequeñas, se organizan en torno a un evento natural. Como auténticos aquelarres, que en lugar de reunir a brujas y sacerdotes por tal o cual solsticio, juntan a cientos -si no miles- de pajareros y pajareras para decirles adiós a las grullas en Gallocanta o “¿hola, qué tal estás? a los vencejos” en Alange o Ávila.

Hay festivales que pretenden deliberadamente cierta intimidad, como Letras Verdes, para que fragüe la conversación de los asistentes como mortero para unir ediciones y levantar formidables parapetos que defiendan la biodiversidad.

Los hay temáticos, organizados por asociaciones no menos temáticas. Eventos ligados a una organización o un gremio, que anualmente se reúnen durante varias jornadas en las que tratar temas relacionados con la naturaleza, desde su prisma particular. La Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza lleva nueve ediciones de su Jornadas para la Conservación, por ejemplo.

Para terminar, están las ferias en toda regla. De tamaño más moderado, con aspiraciones locales o incluso aceptando el reto autonómico, el visitante entra en contacto muy cercano y real con los ponentes de las charlas o los exhibidores en sus carpas. Las ONGs o artesanos presentes suelen ser de la zona y conocer bien el terreno. Los organizadores de viajes de observación ofrecen rutas para acercarse a la biodiversidad de la región. Todo el mundo se conoce entre sí y si eres de fuera puede ser que te baste coincidir con un amigo para que se precipite la cascada de presentaciones que te lleve a terminar la jornada charlando con el ponente que tanto te impresionó. Y todo ello sin perder un ápice de profesionalidad ni de calidad e interés en el programa. Son esas en que la duración se estipula por el ambiente de cordialidad, que invita al asistente a poder dedicar a todo el mundo un periodo de charla adecuado. Periodos cuya duración oscila entre un café y un paseo, pasando por un “comemos juntos” o incluso un “¿cenamos y te cuento?”.

En esta agradable y necesaria categoría, por poner un ejemplo próximo, se encuentra OrnitoCyL.

Y es en el seno de este grupo donde ha nacido Naturtajo.

En un entorno así puede nacer un festival y otras muchas cosas.

Cuando se junta el hambre con las ganas de comer.

Detrás de Naturtajo está el parque natural del Alto Tajo y eso es una base muy sólida. Y detrás de este espacio protegido está su director, Ángel Vela, pajarero viajero y muy sensibilizado con la importancia de la comunicación y la promoción de la conservación. Y como persona cabal que es, esta aventura la ha emprendido con Manuel Andrés Moreno, naturalista y ornitólogo de bota puesta y buena pluma, al que le conoceréis por ser cabecilla del añorado MADbird o por sus libros y publicaciones.

Con esta experiencia acumulada en la organización de eventos y la solvencia de instituciones y personas involucradas como cimientos, era difícil que la iniciativa no fuera por buen camino.

Es complicado pensar en un sitio más adecuado que el Centro de Interpretación del parque para organizar algo así. El edificio, precioso en su arquitectura exterior, tiene un salón de actos idóneo. Su interior y bajos abiertos al bosque se prestan a futuras exposiciones estáticas. Las piscinas naturalizadas, rebosantes de vida, conectan con lo que ocurre fuera, que no es sino vida silvestre.

La avenida de la feria, dispuesta en Y, siendo la conexión de los tres extremos la ubicación de las zonas de avituallamiento y encuentro para los visitantes. Este espacio se amplía a una campa de fresca hierba, salpicada de árboles, con bancos y mesas de piedra donde almorzar o descansar.

Todo ello, bendición, bajo la cubierta de árboles de gran porte que ofrecen sombra y frescor (agradable novedad en el panorama de las ferias y festivales). Bajo ella, se disponen las carpas de exhibición. Un elenco de organizaciones, empresas y personas ligadas a la naturaleza con la característica imperante de ser locales, en su mayoría.

Esto hace del evento una excelente herramienta para el desarrollo y promoción de la comarca y región y las iniciativas turísticas, conservativas y sostenibles de sus gentes.

En el interior del edificio se sucedían a buen ritmo y en formato equilibrado y rápido de 45 minutos, las ponencias y presentaciones. La programación, variada en campos y temáticas, fue de primer orden. Merece la pena visitar la página de la organizaciónla página de la organización para tener una visión general de lo que allí se habló.

Una vez más y con buen juicio, un buen número de las ponencias se centraban en estudios y bondades del Parque, aunque no faltaron presentaciones de libros o exposiciones de temáticas más globales.

El buen ambiente, la cordialidad y los pinzones, cantando a rabiar tras semanas de lluvia, hicieron el resto.

Un debut excelente para una feria que, por situación geográfica y buen hacer del equipo de organización, está llamada a convertirse en un fijo de la agenda de muchos aficionados a la observación de fauna y ecoturistas activos.

28M: El olvidado voto conservacionista.

Muchos españoles y españolas tenemos una cita en los colegios electorales el día 28 de mayo. De esta votación saldrán elegidos los Gobiernos de un buen número de autonomías, que son los responsables de la gestión del medioambiente, los ecosistemas y la vida silvestre.

Unos más y otros menos, incluso los indecisos, todos tenemos nuestras preferencias políticas más o menos definidas. Tenemos nuestra concepción de cómo queremos que se gaste el dinero de nuestros impuestos, tenemos nuestros intereses y sabemos perfectamente cómo nos gusta que nos seduzcan los políticos. Por mucha diversidad informativa que tengamos, sabemos lo que hacen unos y otros. Y en base a todo eso, más el importante factor de la educación, decidimos el color de nuestro voto.

¿Pero qué pasaría si todos aquellos que estamos preocupados por el estado de la biodiversidad, la amenaza galopante de la sexta extinción masiva y la degradación del medioambiente decidiésemos votar con estos asuntos entre nuestras prioridades, con una visión que fuese más allá de los intereses humanos y de nuestra economía? Obviando la cada vez más frecuente concepción de lo animal que se limita a mascotas o a ganado, olvidándose de la fauna silvestre, y, por supuesto, sin caer en el canto de sirena que supone pensar que medioambiente y energías renovables son lo mismo: ¿Cuáles son las propuestas específicas para la protección de espacios y especies? ¿Existe algún partido que piense en el ecoturismo, la cada vez más frecuente afición a la observación de fauna o que se plantee la existencia de un medio natural que nada tiene que ver con el medio urbano o el medio rural?

Si el votante concienciado con estos temas hiciese suya la máxima de “por sus actos los conoceréis”, emplearía la jornada electoral para ir a ver de cerca la reproducción del chorlito carambolo en la mancha húmeda.

A nivel de administraciones autonómicas, la gestión del medio natural es una receta gastronómica donde los ingredientes principales son la captación de votos y las cuestiones económicas de índole humana, quedando la conservación en el estrato de las llamativas guarniciones y los sofisticados postres del menú. Y eso a pesar de que la dirección de los espacios naturales –desde modestas ZEPAS hasta los grandes Parques Nacionales- recae directamente sobre sus hombros. De hecho, si no fuera por la Unión Europea, vía recibos en periodo voluntario de pago, y el control que ejercen los sucesivos Gobiernos centrales del Estado (independientemente de su signo político), la biodiversidad ibérica estaría francamente en peor estado.

La tradición sobre la alternancia política en las autonomías consiste en agarrarse a los sillones pasando, incluso, por encima de los designios del partido. Para ello, basta observar el clientelismo del Gobierno de Asturias (PSOE) manifestando su oposición frontal a la protección del lobo ibérico estipulada por el Gobierno central del PSOE. Esta declaración en rebeldía fue más allá y la hicieron suya los Gobiernos de otros colores, como el Regionalista de Cantabria o el Partido Popular en Galicia y en Castilla y León y que sentían la presión en sus cogotes de los votantes ganaderos y cazadores.

Desde que los Trump y Bolsonaro demostraron que todo vale en mentiras medioambientales para llegar al poder, el votante preocupado por la conservación lo tiene mas fácil. Antes, aunque solo fuera por cubrir el expediente, los candidatos, al menos, disimulaban a la hora de agredir a la biodiversidad. Con el populismo y la dispersión de bulos cabalgando a galope tendido y allanando el camino para que políticos de poco calado moral puedan soltar sus peligrosas mentiras, ahora hacen campaña de los desastres que pretenden perpetrar..

Así, por ejemplo, Paco Núñez, candidato del PP para la Presidencia de Castilla La Mancha, aseguraba que la política de legalización de riegos que se quería llevar a cabo en Doñana era el modelo a seguir también en su Comunidad. Y los que pensaban que lo de los pozos de Doñana estaba justificado porque se daba de comer a los agricultores (ladrones de agua) de la fresa se han despertado esta semana con el visto bueno del Gobierno de Bonilla (PP) para levantar un complejo urbanístico de lujo con campo de golf en el mismo entorno.

Y es imposible hablando de agua, del Partido Popular y del precio de los votos, no hacer referencia al desastre medioambiental del Mar Menor.

En Madrid, la locura populista va más allá y la misma presidenta Isabel Díaz Ayuso, que en sede parlamentaria negaba el cambio climático, se atrevió a decir en debate electoral televisado que su propuesta para solucionar la crisis climática era “poner una maceta en cada balcón de la ciudad”. Claro, que unas semanas antes no dudó en proclamar que volvería a autorizar la apertura de la estación de esquí de Navacerrada -situada en el Parque Nacional de Guadarrama e inviable económicamente por la ausencia de nieve, clausurada por ella misma tiempo atrás- porque es cuna de grandes deportistas.

VOX, la factoría de bulos medioambientales -que ha conseguido reunir en su entorno a una sorprendente cantidad de abonados a la creencia de los chemtrails, negacionistas del cambio climático y de la pandemia, así como a propagadores de ideas peregrinas sobre vacunas y microchips– ha logrado asentarse con fuerza en el sector cinegético. Aun con su limitada libertad de acción, este caladero de votos ha empujado a la formación, allá donde tiene cuota de poder en los Gobiernos autónomos, a proponer todo tipo de medidas para mayor gloria de la caza. Y ahí termina su vinculación con la vida salvaje. Bueno, con eso y con que ha transcendido que su presidente, Abascal, es abonado de la Sociedad Española de Ornitología.

Dejamos para el final de este breve repaso de los destacados más mediáticos a los partidos que participan del Gobierno de la nación. Dentro de su cupo de poder limitado, Unidas Podemos, desde el Ministerio de Derechos Sociales, ha elaborado la llamada ley de Bienestar Animal que, aun siendo claramente necesaria, ha dejado mucho que desear en contenido y redacción, afectando -toda vez que los animales ganaderos y los de trabajo, así como los perros de caza quedaron fuera- solo a animales de compañía y mascotas.

Por su parte, el PSOE, esta vez sí se ha movido bien en los campos que aquí estamos tratando. Terminó con la moratoria que permitía cazar en los Parques Nacionales, puso en juego muchos votos en contra con la protección total del lobo y se movió para conseguir el “cupo 0” en la caza de la tórtola europea. Y, recientemente, mostró su garra para impedir la locura de los pozos en Doñana y la urbanización de lujo en ese mismo entorno.

Eso es el pasado, pensemos en el futuro: los programas electorales.

La primera sorpresa es que una gran parte de los partidos no elaboran un programa político de carácter autonómico. Producen un escrito llamado “programa marco” lleno de proclamas, esbozan ideas generales y componen una serie de argumentos rimbombantes que, curiosamente, luego escuchamos a los candidatos cuando les ponen un micro delante. Debe de ser por esto que, por lo general, da igual escuchar a cualquiera de los diferentes líderes autonómicos de un partido, porque dicen exactamente lo mismo.

Aun así, la vocación informativa de este medio ha hecho que buscásemos las propuestas que los diferentes partidos hacen de cara a las elecciones del 28M en referencia a los temas centrales que toca El Vuelo del Grajo: observación, conservación y vida silvestre. Ojo, la cosa está ordenada de menos a más.

Isabel Díaz Ayuso y Mónica García, las dos caras de la política conservacionista.

Unidas Podemos es de los partidos que se ha limitado a elaborar un programa marco para las elecciones autonómicas de mayo. En él podemos encontrar un amplísimo abanico de propuestas sociales, económicas y de igualdad, pero nada, absolutamente nada, sobre políticas de conservación y biodiversidad o preocupación sobre el medio natural.

Cruzando de extremo a extremo, en el minimalista programa marco de VOX de 603 palabras -los artículos de El Vuelo del Grajo suelen contar con entre 1.500 y 3.000- y que han adaptado para cada provincia, que no comunidad autónoma, cambiando el título, pero dejando el resto igual. Se reconocen protectores radicales del mundo rural y abogan por la “defensa de la caza y su contribución al equilibrio del ecosistema”. El entrecomillado marca el total de palabras relativas a los temas tratados.

El programa genérico del Partido Popular no incluye nada. Ni tan siquiera un capítulo, un punto o alguna referencia a algo vinculado con la naturaleza. Solo hemos encontrado dos párrafos ligados al rural y que no estén relacionados con industria, energía o explotaciones económicas. En el primero proponen facilitar la normativa para cazar “con objeto de controles poblacionales y luchar contra el furtivismo”, así las dos cosas, sin comas o puntos que subrayen su importancia. En la segunda propuesta “exigiremos la exclusión del lobo en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial”. Y eso es todo.

El Partido Socialista Obrero Español sí ha confeccionado programas electorales para cada autonomía, pero solo hemos logrado encontrar -y buscar hemos buscado- las versiones editadas según las pautas de lectura fácil de Inclusion Europe y la norma UNE 153101 EX por Adapta Plena Inclusión Madrid. El texto resultante, libre de palabrería grandilocuente, pone de manifiesto la terrible sensación de que, para este partido, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la naturaleza se limita a “emplear bien el agua, regando parques y jardines”, “cuidarán de los bosques para que no haya incendios” y que “terminarán con los vertidos en el río Jarama”. Y ya.

Según nos alejamos de las formaciones políticas de ámbito estatal y nos aproximamos a las que mantienen sus intereses en zonas más concretas, la cosa va cambiando. Los compendios de propuestas políticas pasan a manejar palabras como riqueza medioambiental, patrimonio natural, valor paisajístico o nuestra biodiversidad. ¿Será que la proximidad al terruño hace que los candidatos aprecien más los verdaderos valores de su tierra?

El primero de los partidos cuyo programa electoral incorpora planes respecto a la fauna silvestre que no sea cazarla, es el Partido Nacionalista Vasco en su campaña para las elecciones forales. Además de las obligadas referencias a la economía circular, implementación de energías renovables y una mejora de la gestión de agua -temas recurrentes en casi todas las formaciones-, los nacionalistas vascos, en el epígrafe titulado ‘Sostenibles y saludables’, incluyen este bonito párrafo: “Impulsaremos también actuaciones de protección del patrimonio natural, con el objetivo de su conservación, integrando los requisitos de conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad en todas nuestras políticas”.

Y si de amor a su tierra se trata, el siguiente partido que nos vemos obligados a reseñar es la alianza Aragón Existe –Teruel Existe, que demuestra que las opciones políticas territoriales, con mayor conocimiento y vinculación real a las demarcaciones que defienden, proponen medidas mucho más interesantes y detalladas en relación con la conservación, la observación de fauna y el ecoturismo. Merece la pena reproducir varios de los puntos del capítulo titulado de manera muy significativa: “Medioambiente, biodiversidad y paisaje”.

Podemos es de los partidos que se ha limitado a elaborar un programa marco para las elecciones autonómicas de mayo. En él podemos encontrar un amplísimo abanico de propuestas sociales, económicas y de igualdad, pero nada, absolutamente nada, sobre políticas de conservación y biodiversidad o preocupación sobre el medio natural.

1. Crearemos un departamento de Clima, Energía y Medio Ambiente con competencias adecuadas sobre medio ambiente y diferenciado de la actual Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.

16. Integraremos la política de paisaje en la ordenación del territorio, en el urbanismo y la vivienda, y en los diferentes usos del suelo.

17. Potenciaremos los itinerarios paisajísticos, los miradores y la protección del paisaje en las distintas comarcas.

18. Propondremos nuevas reservas de caza y replantearemos las actuales para dotarlas de protección legal.

19. Mantendremos la financiación para los centros de recuperación de fauna salvaje.

20. Protegeremos y promocionaremos el patrimonio natural y cultural con las figuras jurídicas adecuadas y con los medios apropiados.

21. Impulsaremos el desarrollo del turismo cultural y de naturaleza, con más ambición y recursos en los Parques Naturales, en los Lugares de Interés Geológico (LIG), Lugares de Importancia Comunitaria (LIC/ZEC), Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA), y demás figuras integradas en la red Natura 2000.

22. Ampliaremos el número y extensión de los espacios protegidos Red Natura 2000 hasta llegar a una superficie del 30%, garantizando y preservando su protección.

23. Generaremos, sobre estas figuras de protección, proyectos de dinamización, inversión y promoción generando un producto turístico competitivo.

Y, para terminar, nos encontramos con el partido que ha desarrollado un programa electoral más detallado, con conocimiento del territorio y sus requerimientos. Dejando de lado las generalidades y obviedades y sin miedo a que alguna propuesta pudiese suponer la pérdida de votos, Más Madrid, sin duda gracias a su alianza con Los Verdes y EQUO sí incluye en su programa una buena colección de las palabras mágicas: observación, conservación, ciencia, protección, biodiversidad…. En un capítulo titulado ‘Una comunidad Más Verde’, el partido divide los contenidos en tres epígrafes, siendo el tercero titulado ‘Biodiversidad y Medioambiente’. Contiene 20 puntos que encaran el problema de frente y sin ambages. Nada más empezar su lectura nos encontramos con un explícito: “Actualizaremos el catálogo de especies amenazadas de la Comunidad de Madrid, para adecuarlo a la normativa estatal y europea, y elaboraremos los planes de gestión de las especies en peligro y/o vulnerables”. Poco después podemos leer: “Iniciaremos los trámites necesarios para que el Monte de El Pardo sea el segundo Parque Nacional que tenemos en Madrid”, que se complementa con lo expuesto en el siguiente punto y que hace referencia a la ya mencionada estación de esquí de Navacerrada y al Parque Nacional de Guadarrama, dejando claro que existen opciones al populismo cortoplacista y demagógico. El texto mencionado es el siguiente: “Impulsaremos el Plan SOS Navacerrada para la restauración integral del Puerto de Navacerrada de acuerdo con el Organismo Autónomo Parques Nacionales, incluyendo la ampliación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, para incorporar zonas de excepcional valor científico y conservacionista, con el objetivo de crear nuevos empleos verdes ligados a la educación ambiental, el disfrute y la observación del medio natural del Parque”.

Otras medidas que proponen: una nueva Ley de evaluación de impacto ambiental (el PP derogó la ante¬¬rior en 2015); revisar el actual plan de gestión de Parques Regionales; continuar con la renaturalización del Río Manzanares; renovar el plan de gestión de humedales y RED NATURA 2000; o una nueva ley de caza que sustituya a la vigente, que data de 1970. En esta última propuesta se puede leer “con criterios de sostenibilidad ambiental, conservación y recuperación de la biodiversidad y compatibilidad del uso de los espacios naturales por quienes no practican la caza”.

Respecto a la caza, afirman que prohibirán tanto la captura de aves fringílidas para mantenerlas, como aves de canto en cautividad, como la práctica del tiro al pichón.

No deja de sorprender la preocupación y conocimiento a la hora de elaborar la lista de propuestas, que se incluya algo tan demandado como es “Estableceremos una red de corredores ecológicos con especial atención a la protección del corredor ecológico Meaques- Retamares-Río Guadarrama” o una batería de medidas preventivas ante los daños que genera el lobo. Preventivos, que no paliativos.

Terminar sabiendo que existe gente cabal en algunas comunidades, que dedican tiempo y esfuerzo -al menos- a elaborar planes para que la cuesta abajo en la que hemos metido al planeta no sea tan inclinada, permite tener algo de esperanza. Pero saber que casi el 40% de los políticos suscriben políticas que en términos conservacionistas podrían exponerse bajo el epígrafe “Para lo que nos queda en el convento…” da miedo. Mucho miedo.

¡Hasta que no ocurra una desgracia, no harán nada!

Esta frase y otras similares son frecuentes en declaraciones de sindicatos agropecuarios, federaciones de caza y medios de comunicación afines a estos sectores. Dan la sensación de vivir atenazados por el miedo y generan, a su vez, una sensación de inseguridad muy alta al resto de la población.

Pero, ¿es la fauna salvaje un peligro real para los humanos? Veamos qué dicen los datos:

Algunos titulares de noticias que señalan a los peligros reales.

Hay que partir del hecho de que no se conocen casos fiables de ataques mortales de osos o lobos a personas en la península. Recientemente hubo un encontronazo de una señora con un oso, del susto, la mujer cayó al suelo y resultó herida. Inmediatamente fue considerado como un ataque en toda regla por la prensa antifauna. La investigación posterior e, incluso, las declaraciones de la damnificada, no dejaban lugar a dudas de que el asunto no había pasado de encontronazo, muy poco afortunado. A nadie, ni propios ni ajenos, se le escapa que si el plantígrado, como los mismos sectores acusadores no dejan de repetir, es capaz de poner en peligro la ganadería vacuna ¿cómo es posible que una señora mayor salga casi indemne de un ataque de semejante animal?

Los ataques de jabalíes son más frecuentes. También es cierto que la mayoría de estos ataques los sufren los mismos cazadores durante la práctica de la afición cinegética. La fauna ibérica no es un peligro para las personas, pero tampoco son los animales de las películas de Disney que muchos creen. Son animales salvajes y, si los molestas, persigues o acosas, es muy probable que se defiendan. Pero eso no es un ataque, es un comportamiento de defensa y como tal ha de ser considerado.

Si tenemos en cuenta el número de animales salvajes potencialmente peligrosos y lo comparamos con el número de ataques graves o mortales que se producen, vemos que no es, al menos, uno de los principales peligros por los que tengamos que tomar medidas urgentes.
Pero eso no quiere decir que pasear por el campo no pueda tener riesgos. A diferencia de los animales salvajes, la caza sí es un peligro real para las personas. Existen muchas informaciones falsas y datos tergiversados. Los medios de comunicación, según sea su posición con respecto a la caza, “cocinan” las cifras recopilatorias en un sentido u otro. Evitando estas publicaciones más tendenciosas y centrándose en medios solventes, basta con una simple búsqueda en internet para hacerse una idea de la gran cantidad de muertes que provoca la caza al año. Sin alejarse mucho en el tiempo, entre noviembre y diciembre de 2022, murieron cinco personas en los montes de España a causa de accidentes cinegéticos.

A pesar del peligro real y demostrado de la práctica de la caza, no parece que se haga nada para poner remedio y proteger a la población. La aversión del sector a la implementación de medidas que hagan de su afición una práctica segura y menos dañina para el medioambiente es rotunda. Es una negativa férrea a cualquier modificación de sus leyes, rituales y tradiciones.

Hace unas semanas, el colectivo cinegético se quejaba públicamente porque las fuerzas del orden habían interrumpido una batida para realizar una prueba de alcoholemia a los que portaban armas. Es bien sabido que los desayunos y almuerzos en las monterías y batidas no son precisamente ligeros y las bebidas alcohólicas son parte de la tradición del llamado ”taco”. Una medida eficaz y coherente, que debería haber sido aplaudida, como es que se controle el estado de embriaguez de gente armada para evitar precisamente estas desgracias, fue recibida como un ataque.

Pero hay más peligros. Los animales silvestres, por lo general, temen al humano, por lo que ante nuestra presencia suelen huir. El enfrentamiento, de darse, será con carácter defensivo ante el acoso o la persecución. Así, por ejemplo, una manada de lobos en el campo no es un peligro para el hombre, como demuestra que no exista ni un solo caso confirmado de agresión en los últimos siglos. En cambio, una rehala de perros de razas seleccionadas genéticamente para cazar no teme a los seres humanos. Esto hace que, sí, puedan llegar a ser muy peligrosos para las personas, como en el caso de la joven embarazada que fue devorada por los perros de unos cazadores que se encontraban en la zona, en el sur de Francia, cerca de la frontera con España.

Al igual que los perros, el ganado doméstico tampoco suele tener miedo al humano. Ello le convierte en un peligro potencial para los habitantes y visitantes de estos lugares. El ejemplo de los escapes recurrentes en Brieva (Segovia), donde un grupo de toros bravos llegó a embestir a varias personas, obligó a sus habitantes a quedarse encerrados en sus casas por seguridad. En este caso, las autoridades parece que no fueron excesivamente tajantes, a juzgar por el retraso en reparar y reforzar el vallado. Estas desgracias se producen de forma cotidiana sin que nadie haga nada.

En este artículo se ha hecho referencia principalmente a hechos con consecuencias fatales, pero el número de heridos es muy elevado.
Urge bastante más acabar con las desgracias mortales que ocurren diariamente en nuestro mundo rural que preocuparse por peligros hipotéticos, basados en miedos y leyendas. Todo esto, suponiendo que la caza deportiva pueda ser considerada un modo fiable de evitar supuestos ataques. En el caso del jabalí, hasta el momento, la gestión cinegética deportiva tradicional se ha mostrado absolutamente inútil.
La realidad es que todos los años se producen muertes y accidentes muy graves en el mundo rural, causados por los peligros comentados anteriormente y nadie hace nada. ¿Parece coherente tener miedo a los ataques de lobos, que nunca han ocurrido, mientras se obvian las escopetas o el ganado doméstico, que han demostrado un peligro mortal real? A mí no.

Una nueva feria en el calendario: NaturTajo.

La pandemia y las medidas antiCOVID subsiguientes fueron guadaña en el jardín de los eventos ornitológicos y de turismo de observación. La Feria Internacional de Doñana se desvaneció sin más y la MadBird de la capital logró llevar a cabo una versión reducida en 2021, pero parece que ese fue su canto del cisne. Quizá una excesiva dependencia de un macroayuntamiento como el de Madrid, que tampoco tiene una sensibilidad muy reseñable para estos temas, haya hecho que los vientos no soplen a favor de este evento.

Pero donde unos caen, otros levantan el vuelo. Con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y El Parque Natural Alto Tajo como promotores, el patrocinio de Rewilding Spain y con Manuel de Andrés -cabeza visible del MadBird- al frente, nace NaturTajo. El evento, cuya edición inaugural tendrá lugar entre el 8 y el 11 de junio, tiene un claro enfoque hacia la promoción del turismo de observación. Con dos jornadas dedicadas a profesionales y especialistas del sector y otras dos al público general, NaturTajo parece situarse en una hibridación perfecta entre los consolidados e interesantes Encuentros NatureWatch y ferias de formato medio como la fundamental OrnitoCyL.

Por ahora, poco más ha trascendido. Respecto al programa, habrá que permanecer atento a la actualización de la página web de NaturTajo. La Feria se celebrará en el Centro de Interpretación de Corduente, en el Parque Natural del Alto Tajo, Guadalajara.

El sueño pajarero de Rivendel: FIO23

Da lo mismo las veces que hayas acudido a la Feria Internacional de Turismo Ornitológico, que, año tras año, te sorprenderá la magnitud del evento: la FIO es grande, la mires por donde la mires. Este texto no es una crónica de la XVIII edición, sino una descripción que sirva de invitación para asistir, sin falta, a este enorme sarao que monta anualmente la Dirección General de Turismo con Vanessa Palacios al frente y su increíble equipo.

Situada entre las grandes citas anuales -hay voces que la colocan como la segunda más importante de Europa, tras la British Birdwatching Fair, ahora conocida como Global Birdfair- la FIO supo sobrevivir al año de las ediciones virtuales y salir indemne.

El buitre más curioso de Monfragüe.

Sus dieciocho años de tradición la han convertido en una de esas convocatorias a las que más que ir, se peregrina. Si llegas desde oriente, por la carretera que atraviesa el Parque Nacional, sabes que pasada la curva la altura te dará una perspectiva perfecta de las dimensiones de la feria, en contraste con el tamaño del pequeño pueblo de Villareal de San Carlos. Si conoces bien la movida, sabrás que o madrugas o lo mismo te toca aparcar justo antes de esa curva. Pero llegues antes o después, siempre tendrás que subir ese repechito asfaltado que oculta a la mirada lo que está por llegar. Ahí está el truco del efecto peregrino.

Es raro el acercamiento. Dejas atrás coches y guardias civiles de verde, sigues las instrucciones de los empleados de seguridad de negro y de los voluntarios de naranja. A ambos lados, parkings llenos y en lo alto empiezan a asomar las puntas blancas de los techos de las carpas. A estas alturas, tras haber hecho planes, cruzado mensajes con amigos y grupos y haber estudiado con detalle el programa de actividades, se te supondría impaciente y con ganas de ver qué es lo que ocurre. Casi como si estuvieses a punto de descubrir las maravillas y glorias de un Camelot pajarero y de conocer con qué otros peregrinos te encontrarás para saber de sus aventuras.

A nivel personal y rompiendo esta estúpida épica, tengo que decir que por alguna razón desconocida y probablemente ligada a la querencia por quemar la ansiedad rellenando la andorga, en esa rampa de acceso siempre echo de menos que llegue hasta mí el olor de una plancha churrascando panceta. Da lo mismo la hora de llegada: mis neuronas pierden el hilo de lo realmente importante y se concentran en dibujar en mi cerebro montaditos de productos locales.

Por suerte para todos los expositores que encontrarás al subir la pequeña pendiente, no hay churrascos. Pero sí mucho por ver y escuchar.

Cola para posar junto a el Elanio de la FIO.

La avenida de las maravillas.

“¿Ha pensado en adquirir su primer equipo óptico serio? ¿Quizá quiera renovar su obsoleta réflex y dejarse deslumbrar por las sorprendentes ventajas de las cámaras sin espejo? ¿Quiere ardientemente dejar de ver las asombrosas aves con una incómoda línea verde perfilando su silueta? ¡Venga al paseo de entrada de la FIO y deje que sus ojos se salgan de las órbitas y su cerebro haga números a la velocidad del rayo!” Imagino que diría el vocero del mercado del mítico e imaginario castillo, si mi fantasía en forma de colesterol entre crujiente pan no hubiese tirado por el suelo la magia del momento.

En cualquier caso, has entrado. Las últimas vallas amarillas quedan atrás y ante ti se abre la avenida hasta el sancta sanctórum de la feria: la gran carpa de conferencias. Estás en el paseo asfaltado, convertido durante tres días en el bazar de las maravillas. Es el lugar donde comienzan los sueños técnicos y el origen de las pesadillas de tu tarjeta bancaria. Allí, metro a metro, carpa a carpa, verás expuestos novedosos equipos para tu afición y complementos para tu profesión.

Las más importantes marcas fotográficas, los más famosos fabricantes de telescopios y prismáticos y las tiendas y distribuidores de materiales relacionados con la observación de fauna extienden sus más tentadoras novedades y sus clásicos más solventes para que los asistentes puedan sacar sus propias conclusiones. Es un lugar donde además de tocar se puede mirar. Y comparar y echar cuentas. Y, en la mayor parte de los casos, sonreír y seguir caminando.

Por desgracia, este fenomenal despliegue de potenciales perentorias necesidades para los pajareros asistentes al evento se vio mermado ante la ausencia del magnífico tenderete de la librería que solía estar presente. ¡Cuántas guías Zumeta se quedaron sin viajar a sus nuevas estanterías este fin de semana!

Tres carpas y media y una capilla.

Una vez sobrepasado el territorio de las tentaciones, el visitante continúa su peregrinar entre los espacios pensados para dotar de contenidos la feria. Cada una de las cinco zonas cerradas está preparada para albergar un tipo de tema para que todas las personas interesadas en las aves encuentren su espacio. Ese es el secreto que hace de la FIO la gran cita anual para todos, ya sean aficionados, recién llegados, veteranos curtidos por mil experiencias o profesionales: nadie se siente defraudado.

Si te arrimas a las aves con un claro interés conservacionista en el más amplio de los sentidos, tienes tu sitio en la gran carpa de conferencias. Monográficos de especies, resultados arrojados por estudios, exposición de proyectos, profundización en biodiversidad e, inevitablemente, el cada vez más presente y diversificado eje de la sostenibilidad, son los temas principales que se pueden escuchar y ver en este cómodo espacio.

Quizá lo tuyo sea el apasionante mundo de la fotografía, su técnica y arte. La magnífica carpa de Foto-FIO será tu lugar favorito. En esta gran sala portátil tiene unos equipos de proyección y sonido de excelente calidad y un forro negro interior que permite la opacidad total de la lona y silenciar los ruidos exteriores. Fotógrafos, técnicos y representantes de marcas y empresas hacen aquí sus presentaciones. Además, es el lugar donde se exponen las fotografías finalistas del concurso anual, cuyo visionado por si mismo ya merece la visita a Villareal de San Carlos. ¡Qué trabajos más inspiradores! Cómo ayuda a otros fotógrafos ver obras tan selectas y creativas. Así, en grande, en papel, iluminados y vistos con calma. Sin saturaciones ni estridencias. Con sentido y sentimiento.

Los viajeros, los que gustan de contratar los servicios de guías especializados y turoperadores o, sencillamente, los que quieren conocer nuevos espacios naturales o colaborar con organizaciones no gubernamentales, encontrarán en la carpa de turismo toda la información. Una buena cantidad de entidades despliegan allí sus encantos, informaciones y recomendaciones en un carrusel de puestos informativos.

Abajo, en la recoleta y sabia ubicación cercana a la única calle que tiene este precioso pueblo, la carpa donde los artistas, ilustradores y artesanos muestran sus trabajos. Más pequeña que las anteriores, allí encontrarás a maestros de las más diversas técnicas, que te ofrecerán una buena variedad de soportes. Originales, láminas reproducidas, tazas, colgantes, bolsas, pendientes, camisetas, tallas, juguetes artesanales… con un poco de organización puedes solucionar los cumpleaños de todos los allegados. Pero, sobre todo, se puede disfrutar de muy buenos artistas y adquirir piezas realmente bonitas.

Por último, casi reflejando lo mágico e íntimo de lo que allí se suele programar, está la iglesia. Una pequeña construcción de planta rectangular dedicada durante los días de feria a los asuntos a los que le va bien el recogimiento y a los que, independientemente del interés que suscite entre los visitantes, el aforo limitado ayuda. Por allí, pasan año tras año, autores de libros, instalaciones audiovisuales o conferenciantes con propuestas alternativas.

Sea cual sea tu facción, puedes encontrar en FIO el lugar idóneo para dar alas a tu pasión. Estar en el meollo del asunto, encontrarte con -a priori- divergentes, para descubrir ser convergente al tomarte una cerveza con el adyacente.

Otros espacios -e incluso las calles y praderas circundantes- acogen talleres, actuación de animadores y actividades para los más pequeños, consiguiendo que junto a los paseos de observación, las experiencias nocturnas y un sinfín de propuestas, la agenda personal se pueda ver muy ajetreada.

¡Qué absurdo sería hablar de la FIO y de su capacidad para reunir gente de pájaros en la cabeza y no citar esos espacios y mesas redondas espontáneas en las que tantas amistades y proyectos se han forjado! Son pocos y sus sillas y mesas son muy codiciadas, ¿pero que sería de está feria sin su par de bares?

Bienvenidos a Rivendel.

En noviembre de 2021 publicamos un alegato a la cordura pajarera, firmado por Carlos Lozano, titulado “Yo soy pajarero, ¿tú qué eres?” . Aunque yo creo que es de obligada lectura para los interesados en salir al monte a ver pájaros, me voy a permitir desguazar un poco el argumento para luego expoliar algunas de las ideas en él expuestas.

Lozano, después de vapulear por derecho y por revés a todo aquel que tiene relación con la avifauna silvestre, hace un llamamiento general para que, mediante una elección de delegados, todos los sectores -en ocasiones no muy bien avenidos, sobre todo en ausencia de testigos que escuchen las críticas- puedan hacer un frente común, una unión de personas e intereses para encarar asuntos como la conservación de las especies. Siempre presente la máxima de “no se puede amar (defender) lo que no se conoce”.

A ese cónclave le dio por llamarlo “La comunidad del prismático”, por ser este instrumento óptico el punto en común entre observadores (noveles y de “culo pelao”), anilladores “sin proyecto”, fotógrafos, foteros y coleccionistas de cromos, amantes de los hides y puretas del indómito sendero, y todo tipo de gentes cercanas a las aves. Por encima de las diferentes aproximaciones, aproximarse con los cristales.

Pues bien: si los enemigos de Sauron se reunían en el maravilloso bosque donde Elrond había levantado el refugio para todos los seres de bien, donde confabular contra el mal común, contar viejas historias y dejar que la dulzura de la buena compañía inunde el espíritu, nosotros proponemos la FIO como el Rivendel -de facto- para los pajareros de cualquier plumaje. De hecho, ya en el artículo se proponía como posible ubicación de tan transcendente reunión.

Los poemas y fotos de Luis Alfonso Apausa también tuvieron un sitio especial.

El sitio y la cita son perfectos para que la idea de Carlos se desarrolle y tome forma. Sea cual sea tu facción, puedes encontrar allí el lugar idóneo para dar alas a tu pasión. Estar en el meollo del asunto, encontrarte con -a priori- divergentes, para descubrir ser convergente al tomarte una cerveza con el adyacente. Hablar y escuchar, arrebatarse con la pasión y entender que las aves van por delante. Seas el elfo del prismático, el hombre de la cámara, el enano de la anilla o el mediano del taxón, en este Rivendel siempre podrás encontrar la paz.

Y, además, desde que el Gobierno terminó con la moratoria que permitía cazar en los Parques Nacionales, los orcos del valle de Cuernaymedia y los troles de las cuevas de Carajillocargao son menos frecuentes. ¿Qué más se puede pedir?

UN VIAJE INICIÁTICO DESDE EL NIDO

El Vuelo del Grajo, desde su nuevo espacio de intercambio, nos regaló un viaje a través de la literatura de naturaleza, un periplo de altura, capitaneado por un zarapito fino.

La novela ¡Por todos los escribanos hortelanos!, de Carlos Lozano Robledo, editada por Bichomalo libros fue el pretexto y punto de partida del encuentro que tuviera lugar el pasado sábado 18 de febrero en El Nido.

Junto al autor y a la ilustradora del libro, María Álvarez Orgaz, el encargado de conducir el acto y darnos a conocer al zarapito protagonista fue el periodista Pablo Caruana Húder, crítico y especialista en artes escénicas, y, sobre todo, avezado lector, que confesó haber disfrutado con la historia de Fino, el ave protagonista de la novela de Robledo.

Comenzó Pablo su exposición realizando un estudio taxonómico de la obra, proporcionándonos características físicas del libro, al modo en que los biólogos hacen con las especies que estudian. Nos estábamos acercando al mundo de las aves.

A continuación, para entrar en harina, Pablo leyó un fragmento sobre los escribanos hortelanos que dan nombre a la novela, centrándose en la tradicional y vergonzante costumbre culinaria que se remonta al siglo XVII de cebar a los escribanos hortelanos y ahogarles en Armagnac, para mayor disfrute de los comensales, que vieron cómo se prohibía esta liturgia, a finales del siglo pasado.

A partir de estas palabras, que sirvieron como denuncia, botón de muestra de lo que los humanos somos capaces, Lozano ofreció datos de censo de estas especies en peligro de extinción. Ya estábamos claramente posicionados al lado de las aves y, por ende, preparados para emprender el vuelo.

Desde este momento, el auditorio congregado, compuesto por biólogos, observadores expertos y otras aves ajenas a la biología, la fauna y la observación, disfrutamos de la literatura con mayúsculas y de las aventuras del zarapito y sus alados amigos que, provistos de cualidades humanas, se convirtieron durante casi dos horas en compañeros de tarde.

Fino, el zarapito protagonista de ¡Por todos los escribanos hortelanos! emprende un viaje desde Asia, atravesando la estepa rusa y la vieja Europa, hasta llegar a África. Fino busca la comida que le permita volar kilómetros y kilómetros, pero, sobre todo, busca ese cisne negro que le acompañe más allá del día a día. Ese motivo para seguir viviendo.

El viaje, las migraciones y su inevitable traslación al contexto humano quedaron patentes, como no podía ser de otra manera.

Lozano que como hemos dicho humaniza a los animales a los que describe y que participan en la novela, profundizó en el sentir del protagonista, en su soledad, hasta llegar al momento de la depresión de Fino, aludiendo al tiempo en que, recalado en Marruecos, carece de fuerzas para levantar el vuelo. En este momento, los oyentes congregados empatizamos, más aún, con el ave.

Nos estábamos convirtiendo en pájaros. Como propusiera Kafka en su Metamorfosis, pero de forma infinitamente más amable.

Ya estábamos integrados como parte de la pandilla que acompaña a Fino en la ficción, dejándonos llevar y saboreando las anécdotas que trufan el discurso de autor y presentador.

Caruana -que traza un paralelismo entre la novela de Carlos y aquellas de aventuras que firmara Jack London y que tanto nos hicieran disfrutar- plantea una serie de preguntas a Lozano, gracias a las que descubrimos datos, nuevas especies de las que muchos no habíamos escuchado hablar y curiosidades como el número de horas de autonomía en vuelo.

Destaca Pablo que, si bien los personajes están humanizados y así reza el subtítulo de la novela, en su opinión, no se trata de una fábula, no hay un mensaje ejemplarizante. Lozano no es Samaniego, ni quiere serlo. Lozano, profesor de instituto habituado a la dialéctica y al uso oral de la palabra, responde rápido y ágil a las preguntas de su entrevistador, con ironía y a veces hasta con retranca que desata la carcajada en el auditorio.

Caruana señala en un momento de la conversación el hecho de que el autor parece haber leído a Sócrates y sus discípulos y cómo en los diálogos queda patente esta lectura. Nos queda claro entonces que Lozano no quiere sentirse seguidor de, ni influido por, pero, que si encabeza los capítulos con citas de autores, como Dickinson, Borges, Keruac o Dylan es más que probable que los haya leído, aunque en la charla citara a Ibañez y una anécdota protagonizada por el autor de Mortadelo y Filemón para, humildemente, desentenderse de estas influencias.

Para el final quedan las evocadoras ilustraciones de María, que, sentada al lado de Carlos destaca la locura de su autor y de la propuesta que acaba fascinándola y para la que hizo frente al lienzo en blanco, ilustrando las descripciones de Lozano, con color y calor.

Si la novela, según pudimos constatar, está cuajada de humor, la tarde también lo estuvo, de la mano de estos tres autores, que tuvieron la gentileza de acercarse a El Nido y que nos hicieron planear metros arriba en lo que para algunos de nosotros significó un viaje iniciático hacia la literatura de naturaleza.

El Nido, un nuevo antiguo salón de encuentro ha nacido.

En este no hay ostentosas lámparas ni oropeles, ni se pretende conspirar, en inicio, aunque si el fin es derrocar a un gobierno y nos ponemos, lo conseguimos. ¡Vaya si lo conseguimos! Aquí no hay muebles oscuros de ébano. Hay unas luces delicadas y pequeñitas que los visitantes más cercanos sabemos, claramente, son luciérnagas. Venidas de algún bosque remoto o cercano, quién sabe, pero seguro que también movidas por la curiosidad. No creemos que Dios los críe, pero está claro que los curiosos se juntan.

O para el pájaro perdido que siente el frío de la calle tras muchas horas de vuelo y quiere guarecerse acompañado y camuflarse tras una buena charla.

Este nido, tejido con las más suaves ramas que tú, ave de ciudad -en muchos de los casos- puedas encontrar, te ofrece acogida. Acogida y calor alrededor de una conversación.

Ubicado en uno de los rincones más emblemáticos de Madrid. Mar y Javier han dado (permitidme la imagen obvia) alas a un proyecto precioso que busca unir deseos, aunar ganas y creación.

La creación puede venir de la mano de la literatura, de la danza, del cine, de la observación, de todo junto o de nada en concreto. En este sentido, los grajos están abiertos a mostrar opciones que reúnan la calidad deseable.

Mar y Javi, padres de la revista El vuelo del ídem, se aventuran ahora en esta apuesta por juntar públicos, por enlazar personas, en una sala que comparte con otras, fundamentalmente, el deseo de intercambio. Pero este no es un espacio al uso, no se asienta en aforos ni en subvenciones, es, nada menos, que un lugar de acogida para el interesado, para el amante de la cultura en su más amplia concepción, para aquel que ve sus ideas o sus palabras respaldadas por un sello editorial y quiere compartir un rato y una conversación, lejos de tumultos y en calma; para el ave pollo que quiere asomarse por primera vez a un auditorio sin vislumbrar aún cual será el camino a seguir, o para el pájaro perdido que siente el frío de la calle tras muchas horas de vuelo y quiere guarecerse acompañado y camuflarse tras una buena charla.

Allí, pudimos escucharlas y mirarlas a los ojos, igual que ellas miran a los animales con los que trabajan.

Un espacio para el debate

Así, de esta forma, el pasado sábado pudimos intercambiar pensamientos con dos de las protagonistas de La osa que dejó una huella en el cielo, documental dirigido por Mar López que pone en el foco el trabajo de Luisa Abenza, Sofía G. Berdasco y Lorena Juste, mujeres que trabajan en el medio natural, recuperando especies, ayudando a encontrarlas o favoreciendo al profano la posibilidad de verlas y disfrutarlas.

Allí, en el séptimo -primer nombre tentativo de este nido, redacción de la revista- pudimos escucharlas y mirarlas a los ojos, igual que ellas miran a los animales con los que trabajan.

Técnicos y especialistas en fauna, rastreadores, conservacionistas y periodistas, junto a personas ajenas a este nada mundano entorno, pudimos adentrarnos en una conversación que fluyó por caminos rurales y montañas heladas, poniendo de manifiesto que lo importante, una vez más, es compartir.

Charlamos durante casi dos horas en torno a una mesita, sin conocernos, aprendiendo los unos de los otros y jurando volver a encontrarnos. En el mismo lugar.

Ahora que los bares de los barrios más míticos de la ciudad, aquellos en los que nos enamoramos y en los que hablamos y reímos hasta perder la cordura, echan el cierre, ahora que las calles de Madrid se han globalizado y a la esencia de la barra de zinc le ha sustituido un neón led, de menor consumo, pero agresivos efectos, ahora hemos inaugurado este lugar único en el que, por un rato, que suele ser largo, aviso, olvidarte de las rutinas y los quehaceres cotidianos, olvidarte de tus miserias, para ser tú. Solo tú, compartiendo en grupo.

Qué regalar a un pajarero estas fiestas.

Lo primero a tener en cuenta es que ninguna de nuestras propuestas está basada en iniciativas comerciales de ningún tipo con respecto a fabricantes, distribuidores o vendedores. Son, todos, una selección basada en nuestras propias experiencias, anhelos y querencias.

También hemos preferido seleccionar únicamente empresas, comercios y organizaciones no gubernamentales involucradas directamente con el mundo de la observación y conservación de la fauna, evitando plataformas de venta.


Kit SEO de iniciación.

1.- Para los que empiezan.

Sumergirse en el mundo de la observación de aves es tan fácil como colgarse unos prismáticos del cuello, meter en la mochila una guía de identificación de aves y salir al monte o al parque más cercano de casa.

Siempre habrá tiempo para mejorar equipos y adquirir una guía más completa. Pero al principio seleccionar unos binoculares que sean suficientemente buenos y una guía con información solvente es una tarea que puede resultar complicada. La Sociedad Ornitológica Española (SEO-Birdlife) lo pone más fácil y tiene a la venta un kit de iniciación totalmente solvente. Consiste en unos prismáticos SEO Halcón 8×34, la guía clásica de iniciación Aves de España (más de 40.000 ejemplares vendidos la abalan) y el libro El extraordinario mundo de las aves, que entre otras cosas explica los primeros pasos a dar en este fascinante pasatiempo.

Lo puedes adquirir en esta página de SEO-Birdlife.


La guía de identificación que entra en el detalle.

2.- Para las que ya tienen mucha experiencia.

Apasionante y desquiciante por momento: identificar determinadas especies comparte ambas características. ¿Y si además queremos especificar edad o sexo de un ejemplar observado en nuestra última salida? Hay muchas opciones, pero una de las más clásicas es recurrir a “las fichas Zumeta”.

Ediciones Tundra ha tenido la excelente idea de editar un libro con dichas fichas. Aunque son especialmente útiles para los trabajos de anillamiento, el Atlas de identificación de las aves continentales de la Península Ibérica está llamado a ser una herramienta fundamental de todo observador de aves. Y tienes la garantía de acertar y no regalar un volumen que ya se posee, ya que este libro sale a la venta el 16 de diciembre.

Lo puedes encontrar en la web de Tundra Ediciones .


Una óptica para llevar siempre encima.

3.- Para los que siempre quieren estar preparados para observar un pájaro.

Es un sueño para todo pajarero con cierta experiencia… o sin ella. La posibilidad de llevar siempre encima unos prismáticos que permitan observar aves en cualquier situación. Y claro está, que no pesen, apenas ocupen lugar y tengan calidad suficiente.

Los Leica Ultravid 8×20 BR plegados miden poco más de 10 centímetros, pesan 240 gramos y son resistentes al agua y con nitrógeno para evitar que se empañe el interior. Hemos visto personas con manojos de llaves más incómodos y voluminosos y eso no les impide salir a por el pan con ello en el bolsillo.

Aunque teóricamente no resultan muy luminosos, la calidad de las ópticas Leica y el contraste que ofrecen, hacen que sean útiles incluso en situaciones lumínicas comprometidas.

El complemento perfecto para fotógrafos.

Óptica Roma, comercio de referencia para los locos de las aves, los tiene con una pequeña oferta..


Una fábula épica.

4.- Para viajar (y emocionarse) con un buen libro.

Carlos Lozano-Robledo, que ya nos hizo disfrutar a todos con su Pajarero, nos propone en su segunda obra, una fábula en la que Fino -probablemente el último Zarapito fino- emprende un viaje en busca de un cisne negro. Un viaje vital, a través de Asia, Europa y África, en el que se conocerá a si mismo y a otras muchas especiaes.
Pero mejor transcribimos las palabras de Antonio Sandoval, prologuista de la edición, y en cuya contraportada se destaca el siguiente párrafo: “Y es que esta historia pertenece aún a otro género literario más: el de aventuras. Pero al de aventuras de verdad, vibrantes, con frecuencia muy divertidas (viniendo de Carlos, no cabía otra opción) y repletas de territorios reales e imaginarios, a menudo descritos con la más preciosa poesía”.

Es la segunda referencia del catálogo de Bichomalo libros y lo puedes encontrar en las principales librerías del sector.


Jilguero y petirrojo según Blocbirds.

5.- Para las que quieren pájaros hasta en las paredes.

Hace un par de años, las redes sociales se llenaron con unas representaciones abstractas de aves muy populares. A simple vista, son unas composiciones de colores en formas cuadrangulares meramente decorativas. Pero una vez que sabes que son aves, se visualizan con claridad.

Bellas, ingeniosas, decorativas y muy diferentes. Puedes verlas y adquirirlas pinchando aquí.


Tres ejemplos de los viajes que propone Ornis.

6.-Para hacer el mejor viaje de toda la vida.

Entramos en el terreno de los grandes asuntos. Aquí ya no nos andamos con tonterías. Hablamos del viaje de una vida, de sueños cumplidos, de experiencias inolvidables y de un gran regalo: ir a una tierra lejana para conocer las más esplendidas maravillas de la naturaleza. Además, de la mano de unos de los mejores guías de naturaleza del mundo.

Obviamente, algo así no puede ser económico, pero si quieres epatar a alguien con un regalo absolutamente magnífico solo tienes que ver la oferta de viajes que ofrecen Ornis Birding Expeditions. Difícil elección y teniendo que agendar en ocasiones con más de un año de antelación.

Aunque solo sea por viajar con la imaginación merece la pena echar un vistazo a su web..


¿Qué más navideño que regalar un apadrinamiento de un ave con problemas?

7. Para las que gustan de los regalos con fundamento.

GREFA es una organización que acomete muchas labores: proyectos de recuperación de especies, reintroducción de ejemplares criados en cautividad, planes de seguimiento de especies en riesgo… Pero, sobre todo, mantienen un hospital de fauna silvestre por el que todos deberíamos estar agradecidos. Animales autóctonos de todo tipo sor recogidos y cuidados en sus instalaciones por personal muy cualificado. Ejemplares víctimas de atropellos, de cazadores, de veneno, impactos o electrocuciones son atendidos con esmero. Y al llegar la primavera, abren sus puertas a todos los huérfanos que por una u otra razón pierden la atención de sus progenitores.

En GREFA ofrecen la posibilidad de apadrinar aves que requieren de cuidados y que por lo tanto suponen un coste para la organización. Ejemplares reproductores, especímenes que no pueden volver a la vida en libertad, atención a los animales huérfanos o cuidados a pacientes en el hospital y que serán liberados.

Un regalo que reconforta el espíritu y ayuda a una organización a seguir haciendo su trabajo. Mira las opciones pinchandoaquí..


«Mira, yo le regalo esto y que se apañe, que ahí tienen de todo».

8. Y para el que no sabe que quiere o necesita.

Oryx es la lampara de Aladino de todo observador de fauna que se precie. En principio es la librería especialista en estos temas más grande de la península Ibérica, pero además tienen una excelente sección de óptica, una completa panoplia de cachivaches útiles en el monte y un gran surtido de cajas nido y comederos, entre otras cosas. Es imposible para un pajarero no entrar en su tienda o web y querer adquirir varias cosas.

¿A pesar de esto no sabes qué regalar? La solución son estas tarjetas de regalo..

Esperamos que estas recomendaciones os ayuden a solucionar uno de los grandes problemas navideños…

Letras Verdes, palabras necesarias.

Repitiendo escenario -El Palmar, pequeño pueblo situado en el maravilloso vallecito de El Teno en Tenerife- esta segunda cita de Letras Verdes se desarrolló durante los pasados 17, 18 y 19 de noviembre. La idea es tan sencilla como brillante: juntar durante unos días a autores literarios, ilustradores, editores y libreros, con el público, en un ambiente que invita a la escucha y al intercambio de ideas. Todo ello, en torno a los temas centrales de la naturaleza y la ruralidad.

Literatura medioambiental.

Guías de identificación, estudios sobre estados de conservación y profundos trabajos de etología parecen los temas propios para los anaqueles de una sección de naturaleza de cualquier librería generalista. Sin embargo, la novela de ficción, el libro de viaje, la recopilación de experiencias personales o la sorprendente mezcla de todo ello son los prismáticos del naturalista que descansa en buen sofá, cuando no está pisando prados, bosques, altas cumbres o áridas estepas.



Descubrir el apasionante mundo de la etología animal a través de la familia, como hizo Durrell, o abrir los ojos, al tiempo que trazas nuevos caminos por regiones desconocidas, mientras un indómito cazador te sumerge en la naturaleza, como contó Arséniev en su Dersu Uzala, son buenos ejemplos de ello.



Y también lo es Aves y hombres de William H. Hudson. Y entender que hace más de cien años ya existía un ecologista literario que se acercaba a la fauna silvestre con algo más que interés científico. Y que, un siglo más tarde, Jennifer Akerman consiguió un auténtico bestseller mundial con su El ingenio de las aves, hablando exactamente de lo mismo: experiencias personales, observaciones y conclusiones científicas puestas en negro sobre blanco, con la pluma guiada por mente y corazón, en equilibrio creativo.

Quizá fuera por la exquisita preparación del programa o por el sincero y profundo interés de todos los temas propuestos, el caso es que los actos se sucedían con sorprendente naturalidad.



La literatura medioambiental pasa por un momento. Esto, que pase por un momento, hablando de libros, ya es mucho: está viva y muy activa. En Letras Verdes se presentaron un montón de títulos, algunos en primicia absoluta. Autores, ilustradores, libreros, editores y poetas de ambos sexos (todo dicho en plural, aunque algunos oficios tuviesen representación singular) profundizaron sobre el estado del asunto. Todas las obras son recomendables. Todas nos llevarán a bosques lejanos, al interior del problema o a comprender mejor la naturaleza. O -sorprendentemente, sí- todo a la vez.

Letras Verdes.

Ponencias, debates y explicación de temas son fórmulas de presentación habituales en ferias, encuentros y jornadas sobre naturaleza. Generalmente, sobre asuntos apasionantes y, en ocasiones, magníficamente expuestos.



Aquí radica la diferencia fundamental de este encuentro. En Letras Verdes el programa propone presentaciones en las que el autor es entrevistado en directo por otra persona tan apasionante como él mismo, evitando los soliloquios “revienta-contenidos”, o bien ofreciendo diálogos y conversatorios, esencia misma de estas jornadas, en las que se invita a la profundización, a varias voces, o a buscar la participación directa del público.



Así, rodeados por el loquísimo, agreste y verde paisaje de esa parte de la isla de Tenerife, se desarrollan los temas en sesiones no excesivamente largas. Por las mañanas, puedes optar por asistir a talleres de artes y técnicas vinculadas a la temática central de Letras Verdes o por la tentadora alternativa de escaparte a patear volcanes en busca de endemismos. Por las tardes, puedes escuchar y profundizar. Si en otras citas -esas referidas dos párrafos más arriba- los ponentes tratan de exprimir el tiempo disponible para transmitir, de la manera más adecuada posible, su mensaje, mientras el nutrido público calcula el tiempo necesario para pasar por el escusado, comprar una botella de agua y tener la oportunidad de ver un stand, antes de encontrarse con los colegas que están en una actividad paralela, en este evento canario es diferente. Cada cosa en su momento, dejando respirar lo antes escuchado.

Todas las obras presentadas son recomendables. Todas nos llevarán a bosques lejanos, al interior del problema o a comprender mejor la naturaleza.



Quizá fuera por la exquisita preparación del programa o por el sincero y profundo interés de todos los temas propuestos, el caso es que los actos se sucedían con sorprendente naturalidad, sin densidades y sin la repelente sensación de tener a alguien delante que llevase escrito en la frente con rotulador indeleble: “yo he venido aquí a hablar de mi libro”. Acudir a Letras Verdes, ya sea como público o como ponente, es ir escuchar a personas que han pasado muchas horas dándole vueltas a lo que quieren contar y saben bien de lo que hablan. Una perfecta fusión de ciencia, letras y pasión. Ir esos días a El Palmar, en tiempos del “opinologoceno”, es tener el lujo de escuchar a gente que sabe de lo que habla.

Por allí estuvieron…

Carlos de Hita y su recién salido de la imprenta Sonidos del mundo. Viajar de oídas (Anaya Touring, 2022); Francesc Kischner hablando de su experiencia como librero al frente de Oryx; Antonio Sandoval con De pajareo, rutas ornitológicas por España (geoPlaneta, 2022); Cayetano Cordovés contando su experiencia como editor en Pun Ediciones; Fran Torrents y Nicolás Ruiz hablando de cómo afrontan su trabajo como ilustradores; Javier Martín-Carbajal presentando Entre roques y alisios (Turquesa, 2022); Acerina Cruz enseñando su visión del turismo a través del libro Leyendo el turismo. Antología de ensayos y reseñas (Le Canarien Ediciones, 2022); Carlos Lozano y la ilustradora María Orgaz abriendo el apetito por leer ¡Por todos los escribanos hortelanos! (Bichomalo libros, 2022) y Ander Izagirre con su flamante Vuelta al país de Elkano(Libros del K.O., 2022). El mismo Ander, por un lado, y Virginia Mendoza, por otro, protagonizaron sendos encuentros con lectores.



Añade la experiencia de Arturo Valledor, los talleres de escritura (Sandoval), la ilustración (Torrents), la poesía de Ingrid Rivero y el collage de Maite Durán. Suma a Antonio Aguilera en el conversatorio sobre ruralismo y los moderadores Leticia Dorta, Pedro González, Alexander Velázquez, Esteban Lorenzo, Evelin Velázquez y el mismo Juanjo Ramos. Y remata con un colofón tan dulce como una cata de mieles de la tierra, ofrecida por EcoAlpispa. Podrás tener una idea aproximada de la riqueza de Letras Verdes 2022.

La necesidad.

Por la situación del medioambiente y de las especies animales y vegetales; por la necesidad de divulgación de estudios científicos; por dar cobijo a la innumerable cantidad de nuevos aficionados y profesionales de la observación de fauna; por la sorprendente explosión de personas interesadas en el ecoturismo y preocupación por el rural; por todo ello, son indispensables las publicaciones científicas, los grandes y pequeños eventos ornitológicos y las ferias de ecoturismo. Es una gloria tener el calendario cuajado de fechas subrayadas y citas de inexcusable asistencia.



Letras Verdes es otra película. Es algo que jamás podrá tener la afluencia de público de otros eventos. No por falta de confianza en un resurgir fabuloso de la imprenta, sino porque perdería una parte fundamental de la esencia misma de estas jornadas: la intimidad y cercanía. Es cultura, es ciencia, es saber hacer e -imposible negarlo- es placer calmado y relajado.



Ante la vorágine, los tiempos rápidos y la adquisición de datos a velocidad de 5G, qué necesario es que existan espacios como Letras Verdes, donde, por unos días, escuchar a gente sabia sea el centro de las agendas.

Visto en medios, visto en el monte 2.

Un momento del programa.

¡QUÉ ANIMAL! 5-11-22

El programa presentado por Evelyn Segura y dirigido por Elisabeth Anglarill nos lleva en esta ocasión al apasionante mundo del rastreo de fauna. Para adentrarnos en el tema han contado con la carismática Luisa Abenza.

Obviamente, el programa no puede profundizar en exceso en el asunto por cuestiones de tiempo. Sin embargo, si consiguen transmitir el espíritu y sensaciones que brinda el rastreo. Por supuesto, se habla de huellas, escarbaduras, heces, cantos, escayolas, nocmig, resultando una excelente presentación del tema tratado..
Lo podéis ver aquí.

Mas sobre bilistados y Antonio Sandoval resume la temporada de paso de aves marinas. Subalpine Live P5-T2

Esta entrega, con Ana Rivas, Xabi Varela y Jana Marco a los mandos, nos deja un impresionante y detallado trabajo de identificación, conocimiento fenología del bilistado y sus diferencias con el mosquitero de hume.

Como invitados, Antonio Sandoval y Hugo Blanco hablan de sus impresiones sobre la temporada de paso de aves marinas desde Estaca de Bares y Cabo Raso respectivamente.

Ya no sabemos como decirlo sin que se nos note el plumero. Pero si: todas las entregas de Subalpine son esenciales.

Para verlo, pincha aquí.

La entrega que todo aficionado a las aves debería ver: Subalpine Live P4-T2

Este cuarto capítulo de su segunda temporada es sencillamente una demostración empírica de las razones por las que si te gustan las aves no puedes perderte este Twitch semanal, aunque sea en su versión en diferido de Youtube.

En esta ocasión, y con ciertos problemas de audio solucionados una vez avanza el programa, Guille, Jana y Marcel -tras su cuché semanal de últimos y asombrosos avistamientos- desarrollan un monográfico generoso, adjetivo que mejor lo describe. Todo ese conocimiento, adquirido con tiempo y esfuerzo, explicado con sorprendente claridad y aclaradores gráficos, puesto al alcance de todos, impresiona.

Bajo el título: ¿Por qué no salen (mega) rarezas en España? los tres presentadores al alimón, con ese ritmo y cadencia que siempre tienen en Subalpine, se lanzan a una amplia explicación. Desde unas pinceladas básicas de los sistemas de guía que usan las aves para viajar, hasta los errores a los que nos inducen las representaciones gráficas del planeta, pasando por circunstancias orográficas y fenómenos climáticos, llegan a conclusiones que dejan, efectivamente, a España rodeada de sitios estupendos para ver bichos raros. Pero solo rodeada.
Si pincháis aquí lo podréis ver en su canal de Youtube.

Juan Arizaga y Aranzadi. La Radio del Somormujo 167.

Solo por conocer un poco mejor qué es y cómo se estructura la Sociedad de Ciencias de Aranzadi, merece la pena escuchar este podcast. Juan Arizaga, Director del Departamento de Ornitología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi desde 2007, nos habla de la oficina de anillamiento y, sobre todo, pone de manifiesto el terrible problema por el que pasa la gaviota patiamarilla, con poblaciones cayendo hasta el 80% en los últimos 20 años en toda la cornisa cantábrica, y ayuntamientos tomando medidas brutales para eliminar nidos, huevos e, incluso, pollos.

También es un placer escucharle hablar del rigor con que se gestiona el tema del anillamiento desde Aranzadi: “Aquí se anilla siempre bajo proyecto: nadie anilla por anillar”.
Si pincháis aquí podréis escucharlo..

El maquillaje de los quebrantas. Quercus noviembre 2022.

El número 441 de esta revista arranca con un interesante artículo firmado por Juan Antonio Gil, Gonzalo Chéliz, Stéphane Duchateau y Pascual López, que profundiza en la coloración cosmética de los quebrantahuesos. Porque sí: los quebrantas buscan aguas ferruginosas para darse baños y teñir sus plumas de ese precioso naranja que contrasta tanto en su plumaje.

Para fotógrafos y videógrafos, los “Cómo se hizo” de BBC Earth en Movistar+

En realidad, son para todo el mundo, pero a los participantes de estos gremios estos miniespacios les parecerán puro oro.

No son una novedad, claro, pero mientras dure este canal la frecuencia de emisión y la variedad de capítulos es muchísimo mayor. Creemos que es una oportunidad bastante buena para ponerse las pilas y saciar las ganas de saber cómo se ruedan los mejores documentales de naturaleza.