Aves de España, guía fotográfica de identificación.

¿Guía fotográfica de aves?

La identificación de aves requiere de muchísima precisión. Especies semejantes en su librea y tamaño, variabilidad según la edad o las señas identificativas, realmente difíciles de apreciar, hacen que sea un mundo de detalles al que solo pueden llegar los ojos, las herramientas y el conocimiento de los ilustradores científicos más preparados. Además, una guía de identificación que se precie como tal, tiene que mostrar actitudes clásicas del ave en cuestión. En muchos casos es fundamental mostrarla en vuelo -ya sea silueta rapaz o fulgurante limícola en vuelo rasante- y evitar la influencia de la temperatura de color de los rayos solares, dependiendo de la hora y el clima. Es una labor ingente que requiere de muchísimo conocimiento. Esto, entre otras cosas, hace de la Svensson la más loada de todas las guías, aunque, curiosamente, para citarla siempre nos olvidamos de los ilustradores Killian Mullarney y Dan Zetterström.

Parece que todo ello hace que la fotografía quede al margen de estas obras tan necesarias para el aficionado y el profesional de la observación de aves. De hecho, es difícil encontrar guías que basen la ilustración en imágenes tomadas con una cámara. En la librería de El Vuelo del Grajo solo hay tres libros de identificación en los que la fotografía tiene presencia.

La primera, La Guía INCAFO de las aves de la Península Ibérica, de Ramón Saez-Royuela (INCAFO 1980), es la primera que tuvo el que escribe estas líneas. Tomo de 975 páginas, con una entrañable nota escrita por mi padre que dice “A Javier, por su cumpleaños, 1984”, es plenamente fotográfica. 334 especies documentadas con una sola fotografía que, sinceramente, de poco vale, pero cuya parte escrita es muy recomendable, dedicando dos páginas por especie.

Solo hace falta ver las frecuentes recomendaciones en redes sociales, para darse cuenta de que la fotografía quedaba totalmente descartada como elemento de identificación. Pero algo ha cambiado.

La segunda, Aves terrestres, de Frieder Sauer (Blume, 1983) tampoco se puede considerar demasiado útil para la identificación de las aves, pero incorpora en casi todos los casos imágenes de los nidos, huevos y pollos, lo que aporta mucho valor a la edición.

Y finalmente la magna obra de Klaus Malling Olsen, Gulls of Europe, Asia and North America (Helm, 2003, edición de 2018) aborda la locura de la identificación de las gaviotas, utilizando tanto la ilustración como la fotografía. Las primeras son usadas para las descripciones básicas, para mostrar los patrones por edades, las segundas para abrir el inmenso abanico de variables y ángulos. Esta combinación hace de esta guía un básico para todos aquellos que quieran adentrarse en el confuso mundo de los láridos.

Aves de España. Guía fotográfica de identificación

Solo hace falta ver las frecuentes recomendaciones en redes sociales, para darse cuenta de que la fotografía quedaba, hasta ahora, totalmente descartada como elemento de identificación. Pero algo ha cambiado.

Aves de España. Guía fotográfica de identificación, de Carlos Pérez Naval (Otro Matiz, 2022) es un trabajo valiente y valioso. Y sí, conociendo la afición y saber hacer de su autor, utiliza únicamente fotografías. Pero, ojo, no se trata de una colección de postales más o menos virtuosas. Es, sin lugar a dudas, una auténtica y muy útil guía de identificación con mayúsculas.

A través de sus 415 páginas el usuario podrá consultar todas y cada una de las especies presentes en la Península Ibérica, insulares y pelágicas, las accidentales más frecuentes e incluso las presentes en los territorios españoles del norte de África. Cada una de las especies está ilustrada cumpliendo con los cánones fundamentales anteriormente descritos. Esto es: en unas magníficas composiciones (a modo de láminas propias de la ilustración científica) el autor muestra cada ave en diferentes ángulos, edades y actitudes, incluyendo variedades de plumajes y unas muy útiles fotos en vuelo. Respecto a este último detalle, lo sabemos bien los que somos fotógrafos, cabe destacar el meritorio trabajo de obtener fotografías en vuelo de prácticamente todas las limícolas.

No es un catálogo de aves fotografiadas con luces espectaculares, en actitudes curiosas o interactuando graciosamente.

Además, y en esto hay algo de apreciación personal, da la impresión de que el autor ha sabido controlar el impulso de mostrar sus imágenes más hermosas y limitarse a seleccionar las mejores fotografías posibles para el fin con el que han sido elegidas. Así pues, no veremos un catálogo de aves fotografiadas con luces espectaculares, en actitudes curiosas o interactuando graciosamente. No, en esta obra las aves aparecen con luces planas que no dan lugar a equívocos, en actitudes características, posadas en los elementos y plantas esperados y, en definitiva, ayudando a su correcta identificación.

Cada página se completa con un párrafo muy conciso sobre su presencia en la península, hábitos fundamentales y consejos para su observación e identificación. Un preciso mapa de distribución y una pequeña ficha de datos morfológicos completa la información.

El libro está organizado por familias, con una breve e interesante introducción para cada una de ellas, ordenadas de la manera tradicional, así que su uso será el habitual para todos aquellos que estén acostumbrados al empleo de este tipo de publicaciones. Unos útiles anexos finales redondean la publicación.

El autor.

Carlos Pérez Naval, natural de Calamocha, Teruel, es un fotógrafo que a los 5 años andaba ya trasteando con cámaras aptas para la naturaleza. Con 8 fue el ganador más joven que jamás ha obtenido el Young Wild Life Photographer of the Year, otorgado por el Natural History Museum de Londres, el reconocimiento más prestigioso de este tipo. Desde entonces, ha logrado cuatro primeros premios de categoría (tres de ellos en años consecutivos) y otras tantas menciones de honor en este mismo certamen. En su espectacular currículo también figura como ganador de FOTOFIO y su nombre se ha visto destacado en MontPhoto, entre otros certámenes de prestigio internacional.

Y dejo para el final, para que no distorsione la calidad del trabajo del que se habla, ni modifique la apreciación que se pueda tener sobre él, el dato significativo de que Carlos, este fotógrafo consagrado y autor de este magnífico libro tiene… 16 años.

Guía de aves. España, Europa y región mediterránea

Es una opinión generalizada. Cuando un nuevo aficionado pregunta por una guía con la que adentrarse en el mundo de la identificación de aves, los más veteranos contestan de manera unánime recomendándole, cueste lo que cueste, la adquisición inmediata de la guía negra.

Lo del reto no va en balde, que encontrar un ejemplar de la segunda edición en castellano comienza a ser difícil y su precio se sitúa por encima de los 50€. Precio, que para ser de un libro -teóricamente- de bolsillo, no deja de ser elevado. En cualquier caso, lo cierto es que cada céntimo de euro estará bien invertido. Lars Svensson (Suecia, 1941) es un ornitólogo, especializado en paseriformes, que ya en la adolescencia dedicaba su tiempo a traducir y adaptar guías de identificación británicas a las necesidades suecas. En 1970, con solo 29 años, editó su Guía de identificación de paseriformes europeos. Un año más tarde, era ya una personalidad en su terreno, gracias a sus trabajos de identificación, sus expediciones y publicaciones. En 1999, se publicó la primera edición del volumen que nos ocupa y que desde entonces ha sufrido continuas actualizaciones.

Lars Svensson.

La característica principal de esta guía no es solo la calidad de la información que contiene, sino la densidad de datos por centímetro cuadrado que la Svensson ofrece. Los textos, encomiable labor la de los traductores, se apoyan en una gran, sabia e intuitiva, utilización de las abreviaturas. Entre esto y la disciplina respecto a la economía de lenguaje, Svensson consigue, con los escasos párrafos utilizados para cada especie, aportar una cantidad sorprendente de información.

Las Ilustraciones

El tema de las ilustraciones -obra de K. Mullarney y D. Zetterström- es otro de sus puntos fuertes. Si generalmente en las guías se presenta al macho, la hembra (en el caso de que exista dimorfismo sexual) y, como mucho, un ejemplar juvenil, en esta pequeña enciclopedia se añaden una o más imágenes con algún jizz característico, silueta en vuelo, detalles comparativos con especies semejantes, explicación de los distintos plumajes por edades, si los hubiere, o actitudes en el medio, que ayudan a identificar. En la galería encontrarás ejemplos de todo ello. Además, la precisión en el dibujo es tal que, aún teniendo unas dimensiones pequeñas, la claridad de los trazos y magnífica impresión resalta mucho los detalles clave para la identificación. Esto es así, aunque el usuario tenga la vista cansada. Todo ello se completa con algunas láminas concretas, muy útiles, como la de híbridos de anátidas o los breves sobre las especies divagantes, o las de las aves introducidas y escapadas.

Hay que señalar que este es un libro de consulta. Por sus dimensiones, que no le permiten ser guardado en un bolsillo, y su peso, que sobrecargará en exceso la mochila, es mejor dejarlo en casa. Quizá, como guía de campo, existan opciones mejores.

En definitiva, 450 páginas llenas de información muy precisa que en su conjunto conforman, sí, la que posiblemente sea la mejor guía de identificación general de aves. Es el libro-herramienta que tarde o temprano comprarás.